El escribidor intruso; artículos, crónicas y entrevistas (fragmento)
2011; University of Chile; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.5354/0717-8883.2011.12264
ISSN0717-8883
Autores Tópico(s)Literacy and Educational Practices
ResumoLas monjas Sacramentinas de ConcepciónLo más sorprendente que me tocó vivir en Concepción, fue mi visita al convento de las monjas Sacramentinas, religiosas de clausura, dedicadas a la adoración.Jamás hablan, y antes de este terremoto, nunca habían salido a la calle.La catástrofe rompió la clausura hasta que la situación se normalice, y algunas de ellas tuvieron que buscar refugio fuera del convento.Incluso en tiempos normales, las Sacramentinas viven en voluntaria pobreza, comiendo sólo lo suficiente para conservar la salud, durmiendo con camastros en cuartos alrededor de mínimos patios ahogadores.No poseen otro lujo que su amor a Dios.Pero el despojamiento de las Sacramentinas de Concepción no es la pobreza estética y limpia de monjas de clausura como las Carmelitas de los grandes conventos europeos, sino una clausura pavorosamente pobre, sombría, sin otra luz que la del alma.El terremoto las despojó aún de esta misérrima vida.La capilla se desplomó.Las celdas quedaron inhabitables, y entre los escombros las vi trabajar con pala y pico, arrastrando grandes piedras, dobladas bajo el peso de baúles, de santos, de sillas y mesas.Al verme, algunas se escabulleron como animales asustados entre las pilas de mampostería arruinada.Sin embargo, hablé con la superiora, una italiana de unos cincuenta años, de hermoso rostro sereno, modales llenos de nobleza, que me mostró lo que quedaba de la capilla y del convento.-Estábamos en el oratorio cuando comenzó el terremoto -me dijo-.No hubo pánico, aunque sí, deseo de salvar nuestras vidas
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