Los últimos días
2010; University of Chile; Issue: 10 Linguagem: Espanhol
10.5354/0365-7779.1999.2483
ISSN0717-8883
Autores Tópico(s)Historical and Modern Theater Studies
ResumoResumenEl autor de este artículo critica el proceso de mistificación de Neruda y las operaciones para convertirlo en objeto de veneración y de culto.Hace notar que se ha privilegiado su condición de "poeta del amor", en desmedro de su poesía y su labor política.Luego relata una entrevista sobre Pablo Picasso -que había fallecido recientemente -que el poeta le dio en Viña del Mar, en marzo de 1973, y su último encuentro con Neruda, a fines de agosto del mismo año.El artículo concluye con el recuerdo de los funerales de Neruda. [Texto]Es un lugar común decir que Pablo Neruda es el más universal de los chilenos.No es mitología chovinista señalar que lo más frecuente que le digan a uno en otros países "Ah, del país de Pablo Neruda" y alguien sepa de memoria alguna estrofa del Poema 20 o que algún intelectual cite Residencia en la Tierra o algún político se acuerde de España en el Corazón, o que algún nerudiano exprese el deseo de conocer Isla Negra que no es isla ni es negra.Neruda es quizás el poeta más traducido del siglo.Se le puede leer en casi todos los idiomas y en la mayoría de los dialectos.Se dice que Veinte Poemas de Amor es el devocionario de los amantes o que Residencia en la Tierra es uno de los libros más disgregadores y angustiosos que se hayan escrito en poesía y que Canto General es uno de los mayores monumentos de la poesía política en idioma español.Casi no hay nada novedoso que decir o agregar a la obra y a la biografía de este colosal chileno.Hace tiempo ingresó a los dominios de la mitología.Así, se asegura que fue una especie de don Juan o de Casanova, aunque lo cierto es que sus amores y sus amantes no fueron muchas; que cultivó más lo amores que los amoríos; que le gustaba legalizar en el registro civil sus uniones profundas; que desde sus años juveniles le ofrecía matrimonio a una amada que le dio calabazas; que era, en fin, un galán tímido.El marketing que acompaña su figura dice que era un incansable coleccionista de caprichosos objetos, un constructor de casas exóticas, un idealista inocente que hizo un ingenuo pacto con el diablo, impulsado por sus sueños de cambiar y hacer mejor la sociedad humana.Sus detractores también contribuyen al mito cuando aseguran que era un egocéntrico insoportable, una especie de rey rodeado de cortesanos, un hedonista para quien el pueblo, al que decía amar, no era sino una retórica de su poesía, que era desdeñoso y lejano con la gente simple, que escribió cantos vergonzantes a Stalin y a González Videla, personaje, este último, al que luego estigmatizó en estrofas virulentas.Conocimos a Pablo Neruda más allá de su entorno de poeta famoso y de sus apariciones en los mitines y batallas del Partido Comunista en que militó sin contradicciones hasta el fin de sus días.
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