Artigo Revisado por pares

Epílogo Provisorio

1993; Volume: 6; Issue: 12-13 Linguagem: Espanhol

10.1353/ntc.1993.0019

ISSN

1940-9079

Autores

Jorge Lafforgue,

Tópico(s)

Comparative Literary Analysis and Criticism

Resumo

EPILOGO PROVISORIO JORGE LAFFORGUE Mientras este número de Nuevo Texto Crítico iba tomando forma, me asaltaba una pregunta que, a veces, me parecía de una banalidad fulminante y, otras, todo lo contrario. (Quizá no fuese más que un ejercicio conjetural para mi autojustificación, pero no es improbable que correlativamente intentara despejar el lugar que la literatura ocupa en nuestra sociedad.) Me preguntaba: ¿qué cara hubiese puesto Walsh ante el hecho de que ya no sólo en las universidades de su propia patria sino en Stanford, en el corazón mismo del Imperio, se dedicara a la lectura y reconocimiento de su obra un grueso y sesudo volumen? Las más de las veces me respondía: en el rostro de Walsh se hubiese dibujado una sonrisa irónica. Casi una mueca; pero no de desdén ni de disgusto. Una mueca en la cual seguramente el orgullo y la alegría no hubiesen estado ausentes. No del todo. Los jodí. Jodí a la muerte. Aposté a la vida. A no bajar la guardia, a luchar sin tregua. Y, pese a los contratiempos, gané. Aunque también: Me jodieron. No pude evitar "la trampa culturar. Mi obra lava mi muerte. He sido abatido, absorbido y absuelto. Mi apuesta terminar á cuando los oficiantes del Gran Rito me admitan en el Panteón de las Letras. Yestoy entrando. A fines de los '40 el joven Rodolfo Jorge Walsh merodea los pasillos del vetusto edificio de la calle Viamonte al 400, sede de la Facultad de Filosofía y Letras porteña, y luego —casado ya con una condiscípula, que escribía incomparablemente mejor que yo — frecuenta los claustros platenses de Humanidades . Pero no termina sus estudios. Si algún disgusto le causo a mi madre es no haber concluido la carrera de Letras, confesará más tarde. Ahora se ha zambullido de lleno en el trabajo editorial (corrector, traductor, antologo y, finalmente, autor de un libro que será laureado con las palmas del municipio), actividad que pronto extiende al periodismo cultural (asesora, traduce y también publica textos en un par de revistas de gran circulación y en otros medios, como el diario La Naci ón). Pero cuando todo parece augurarle una carrera literaria promisoria, reconocida, aceptada (pese a ciertos desajustes hacia los márgenes, hacia los géneros orilleros que cultivan Borges y sus amigos), los desajustes se profundizan y, no sin violencia, se instaura la ruptura: Operación Masacre. El escritor rebelde sigue con sus notas de investigación (Caso Satanowsky ) e incursiona en el periodismo de actualidad (artículos de Leoplán); vive la experiencia cubana en sus momentos de euforia revolucionaria regre-©1994 NUEVO TEXTO CRITICO Vol. VI, No. 12-13, Julio 1993 a Junio 1994 312____________________________________________________JORGE LAFFORGUE sa al país y opta por la literatura: decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía, pero —clara salvedad — no veo en eso una determinación mística. Mediados de los '60: Walsh publica sus mejores cuentos estrena dos obras de teatro, participa muy activamente en la vida cultural porteña, su palabra es requerida (reportajes, entrevistas, invitaciones a integrar jurados, a jornadas, congresos, etc.) y su nombre comienza a proyectarse allende las fronteras patrias. Pero Rodolfo Walsh no se deja ganar por los halagos, no está satisfecho: los vientos de la historia y el consecuente desarrollo de sus ideas no le permiten la tranquilidad (esa tranquilidad de los cómodos de quienes hacen oídos sordos a las voces de los otros). Porque es imposible hoy en la Argentina hacer literatura desvinculada de la política, este escritor se impone nuevas tareas: el periodismo combativo (a ultranza), el trabajo solidario y de organización, la militancia . Ya no Daniel Hernández —un seudónimo, un disfraz, un subterfugio—, ni tampoco las tres iniciales, R.J.W., abreviatura o exiguo encubrimiento de ese Rodolfo Jorge Walsh inicial, del cual ha de dejar caer el segundo nombre manteniendo el Rodolfo primero, que por vía germana significa el guerrero que busca la gloria; aunque el así nombrado tal vez no lo...

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