Artigo Revisado por pares

A Simple Vista en Este Número

2012; Elsevier BV; Volume: 119; Issue: 3 Linguagem: Espanhol

10.1016/j.ophtha.2011.12.036

ISSN

1549-4713

Autores

Lori Baker Schena, John Kerrison,

Tópico(s)

Cerebral Venous Sinus Thrombosis

Resumo

Brandt y otros (p. 437) han determinado que, en los pacientes con hipertensión ocular, la precisión del modelo de línea de base para predecir el desarrollo de glaucoma primario de ángulo abierto (POAG) no mejora al corregir la presión intraocular (IOP) según el grosor central de la córnea (CCT). Los autores llegaron a esta conclusión después de hacer un análisis del modelo de predicción de línea de base para el desarrollo de POAG del Estudio de Tratamiento de Hipertensión Ocular (OHTS), sustituyendo la IOP ajustada para CCT utilizando 5 fórmulas diferentes de corrección para IOP no ajustada. Las estadísticas C para modelos de predicción que utilizaron la IOP ajustada para el CCT según estas distintas fórmulas variaron entre 0,75 y 0,77, lo que no fue mejor que el modelo de predicción original (0,77) y no ajustaron la IOP para el CCT. Los autores sugieren que la influencia del grosor de la córnea para predecir el desarrollo de POAG no se debe necesariamente al efecto en la medición de la IOP sino que puede ser un biomarcador para factores estructurales o físicos involucrados en la patogénesis de esta afección. Recomiendan utilizar la “Calculadora de riesgo de glaucoma a 5 años”, que puede descargarse en forma gratuita. Lavanya y otros (p. 474) han determinado que el riesgo de desarrollar cierre de ángulo primario agudo (AAC) dentro de las 12 horas siguientes a la dilatación de la pupila con gotas de tropicamida al 1% después de recibir una dosis oral profiláctica de acetazolamida es baja – 0,64% en esta amplia cohorte de pacientes asiáticos con ángulos estrechos (con sospecha de cierre de ángulo primario [PACS]). El único parámetro clínico detectado para un aumento significativo de la presión intraocular (IOP) después de la dilatación de la pupila fue la presencia de un ángulo más estrecho determinado por gonioscopia. Este estudio clínico prospectivo incluyó 471 PACS asiáticos mayores de 50 años; 75,4% eran mujeres y 92,8% eran chinos. De estos participantes, 3 desarrollaron AAC en el término de 6 horas de la dilatación, aunque fueron tratados previamente con una dosis oral de acetazolamida. Según los autores, el bajo riesgo de AAC después de dilatación de la pupila informado por esta investigación fue consistente con estudios epidemiológicos previos. Además, los autores encontraron que aproximadamente el >1% desarrolló un aumento de la IOP de ≥8 mmHg después de 1 hora, en uno u otro ojo. En un estudio retrospectivo de 10 años realizado en uno de los mayores hospitales de referencia en Taiwán, Hsiao y otros (p. 522) encontraron que más de la mitad de las infecciones por Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina (MRSA) se asociaron siempre con la comunidad (CA) y la proporción de casos de CA-MRSA aumentó a través del tiempo. En este estudio, los investigadores compararon los casos de infección ocular CA-MRSA con los casos asociados con los centros de salud (HA)-MRSA en términos de características clínicas, diagnósticos y patrones de sensibilidad a los antibióticos. Los pacientes con infecciones oculares por CA-MRSA fueron por lo general más jóvenes y las manifestaciones de la enfermedad fueron más leves. La infección fue resistente a la mayoría de los antibióticos a excepción de la vancomicina y la teicoplanina. Sin embargo, el sulfametoxazol/trimetoprim mantuvo un alto grado de actividad contra el CA-MRSA. Los pacientes con infecciones por CA-MRSA presentaron trastornos palpebrales y del sistema lacrimal con una frecuencia significativamente mayor que los pacientes con infecciones por HA-MRSA. Sin embargo, la queratitis, la endoftalmitis y la infección de la herida fueron menos comunes en los casos de CA-MRSA que en los de HA-MRSA. Los autores concluyen que los oftalmólogos deben estar atentos a detectar un posible CA-MRSA en pacientes en quienes se sospeche infección por S. aureus, especialmente en los que no responden bien a los tratamientos de primera línea. Los hallazgos de esta serie de casos retrospectiva estudiada por Mireskandari y otros (p. 629) con la participación de 404 pacientes durante un período de 13 años, sugirió que la cirugía primaria para exotropia en adultos tiene mayor éxito cuando se usan suturas ajustables (AS) en contraposición con el uso de suturas no ajustables (NA). Un cirujano realizó la misma técnica de sutura “hang-back” utilizando suturas AS o NA, con éxito definido como alineación dentro de 10 dioptrías prismáticas (PD) para los rectos horizontales y dentro de 5 PD de ortoforia para los rectos verticales sin diplopia ni cirugía adicional. En términos generales, el grupo de AS logró una mayor tasa de éxito (77,7%) que el grupo de NA (69,1%), aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa. Sin embargo, la tasa global de éxito para la AS en cirugía de exotropia (80,8%) fue significativamente mayor que la del grupo de NA (65,9%), resultado que se atribuye a un mayor éxito de la cirugía primaria (82,5% vs. 50%) aunque no en reintervenciones quirúrgicas (80,2% vs. 77,6%). Los autores sostienen que sus resultados respaldan el concepto de que la cirugía con AS da buenos resultados en los pacientes más adecuados y no solamente en los pacientes que se someten a cirugía de estrabismo compleja o a una segunda cirugía. Blasi y otros (p. 494) han demostrado que las inyecciones intralesionales de interferón-α (IFN-α) son un tratamiento efectivo para los linfomas de tejido linfoide (MALT) asociados con la mucosa conjuntival, de estadío IE. Este estudio a largo plazo incluyó 23 ojos de 16 pacientes con linfoma conjuntival MALT confirmado sin ninguna enfermedad sistémica. Se les administraron 1.500.000 unidades internacionales (IU) de IFN-α intralesional por vía subconjuntival 3 veces por semana durante 4 semanas; inclusive una mínima respuesta llevó a la administración de un ciclo adicional de 1.000.000 IU 3 veces por semana durante 4 semanas. Quince ojos (75%) presentaron una respuesta total al final del primer ciclo de tratamiento y 5 ojos (25%) mostraron una respuesta total después de ciclos de tratamiento adicionales. Al término de un seguimiento promedio de 65 meses, 17 ojos (85%) no mostraron recurrencia local. Los autores explican que su abordaje clínico en pacientes con linfoma conjuntival MALT incluye biopsia excisional para lesiones pequeñas o biopsia incisional para las masas de mayor tamaño, seguida de inyección intralesional de IFN-α. Concluyen que esto constituye un abordaje de fácil aplicación de carácter ambulatorio que puede repetirse sin problemas de seguridad aparentes. This Issue At A GlanceOphthalmologyVol. 119Issue 3PreviewBrandt et al ( p. 437 ) have found that in ocular hypertension patients, the accuracy of the baseline prediction model for the development of primary open-angle glaucoma (POAG) is not improved by correcting intraocular pressure (IOP) for central corneal thickness (CCT). The authors arrived at this conclusion after conducting a reanalysis of the baseline prediction model for POAG development from the Ocular Hypertension Treatment Study, substituting IOP adjusted for CCT using 5 different correction formulas for unadjusted IOP. Full-Text PDF

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