A Simple Vista en Este Número
2014; Elsevier BV; Volume: 121; Issue: 6 Linguagem: Espanhol
10.1016/j.ophtha.2014.04.036
ISSN1549-4713
Autores Tópico(s)Nasolacrimal Duct Obstruction Treatments
ResumoHardy y otros (p. 1297) describieron las características clínicas histopatológicas y radiológicas del nervio y el canal infraorbitarios. Concluyeron que, aunque dicho agrandamiento es poco común, constituye un sólido indicio de hiperplasia linfoide reactiva o enfermedad relacionada con la inmunoglobulina G4 (enfermedad de la IgG4), en especial cuando hay presencia de agrandamiento del músculo extraocular ipsilateral, enfermedad de los senos nasales, o enfermedad orbitaria focal. Para esta serie de casos retrospectiva, no comparativa, los investigadores identificaron 14 pacientes consecutivos de las bases de datos de dos grandes instituciones. El rango de edad de los pacientes fue de 29 a 76 años y 10 de los 14 pacientes eran hombres. Todos los pacientes presentaban proptosis, 10 de los 14 pacientes tenían inflamación del párpado o una masa palpebral, y 5 de ellos tenían dolor periocular. Todos los pacientes tenían sinusitis y agrandamiento de los músculos extraoculares y 9 presentaban agrandamiento de la glándula lagrimal. Todos tenían inflamación orbitaria crónica confirmada por biopsia; esta condición se asemejaba a hiperplasia linfoide reactiva en el cincuenta por ciento de los pacientes y a inflamación esclerosante relacionada con IgG4 en los demás. Casson y otros (p. 1203) investigaron el efecto de la glucosa tópica en los parámetros visuales de pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto (POAG). Encontraron que la glucosa tópica mejora temporalmente la sensibilidad de contraste y el logaritmo de ángulo mínimo de resolución (logMAR) de la agudeza mejor corregida en algunos pacientes con POAG, lo que sugiere que es posible la recuperación nerviosa de las células ganglionares de la retina (RGCs). Para este estudio aleatorio, cruzado, doble ciego, los investigadores reclutaron pacientes no diabéticos con POAG. La primera fase del estudio evaluó 16 pacientes (29 ojos); la segunda fase evaluó 7 pacientes (14 ojos). Los ojos se asignaron aleatoriamente a recibir ya fuera gotas oftálmicas de solución glucosa o salina al 50%, cada 5 minutos durante 60 minutos. La glucosa tópica llegó al vítreo en los pacientes pseudofáquicos pero no en los fáquicos y mejoró temporalmente la sensibilidad de contraste promedio a 12 ciclos/grado. No se observaron efectos en la presión intraocular, la refracción ni el grosor central de la córnea de los pacientes. Harbour y otros (p. 1281) evaluaron los descubrimientos recientes en la genética molecular del melanoma uveal y describieron como estos avances están trasformando la comprensión y el manejo de la enfermedad. Para esta Revisión Científica Translacional, los autores ofrecieron una visión global de la nueva clasificación molecular del melanoma uveal basada en un perfil de expresión de 15 genes ampliamente disponible. Además, presentaron un esquema del descubrimiento reciente de las mutaciones impulsoras clave subyacentes a la iniciación, progresión y metástasis del tumor. Por último, analizaron las implicaciones clínicas de estos desarrollos, tanto en términos de terapia molecular dirigida como de pruebas clínicas prognósticas que permiten la identificación de pacientes en alto riesgo y posibilitan una supervisión metastásica más intensa. En relación con este último aspecto, analizaron el síndrome de cáncer familiar relacionado con mutaciones en el gen BAP1 e indicaron que los oftalmólogos que tratan pacientes con melanoma uveal deben tener en cuenta este síndrome canceroso y las indicaciones para realizar pruebas de BAP1 y consejería genética. Kapoor y otros (p. 1269) realizaron un examen para determinar si las fluoroquinolonas orales se asocian o no con un aumento en la incidencia de desprendimiento de la retina y desgarros retinianos sintomáticos. No encontraron diferencias en la tasa de desprendimiento de retina regmatógeno que requiere reparación quirúrgica ni en la tasa de desgarros retinianos sintomáticos en pacientes que recibieron prescripciones para fluoroquinolonas orales, comparados con pacientes tratados con antibióticos macrólidos o ß-lactámicos orales. Para este estudio de cohorte, basado en una determinada población, los investigadores evaluaron pacientes del Condado de Olmsted, MN, de 18 años o más. Se evaluaron las tasas de procedimientos de desprendimiento de retina y profilaxis dentro de los 7, 30, 90 y 365 días de la fecha inicial de prescripción. En términos generales, se ordenaron 92.130 prescripciones de fluoroquinolonas orales a 38.046 pacientes; más del 95% de las cuales fueron para ciprofloxacina o levofloxacina. En contraste con esto, se hicieron 107.086 prescripciones de macrólidos para 48.074 pacientes y 178.352 prescripciones de ß-lactámicos para 69.079 pacientes. Las cifras de procedimientos de reparación y profilaxis de desprendimiento de retina no difirieron significativamente entre las distintas cohortes. Dado que la degeneración macular relacionada con la edad (AMD) y las cataratas son comorbilidades comunes entre la población de edad avanzada, Huynh y otros (p. 1229) realizaron una evaluación del impacto de la cirugía de cataratas en los resultados de la agudeza visual (VA) en pacientes con AMD. Encontraron un incremento estadísticamente significativo en la VA después de cirugía de cataratas, evidente a todos los niveles de severidad de la AMD. Este estudio de cohorte incluyó 793 pacientes (1232 ojos) sometidos a cirugía de cataratas durante el Estudio de Enfermedad Ocular Relacionada con la Edad, Fase 2 (AREDS2). La medición principal de los resultados fue el cambio en la agudeza visual mejor corregida (BCVA) después de cirugía de cataratas, comparada con la BCVA preoperatoria. Después de realizar los ajustes para edad al momento de la cirugía, género, intervalo entre consultas pre y postoperatorias y tipo de severidad de las cataratas, los cambios medios en la VA fueron los siguientes: Los ojos con AMD leve ganaron 11,2 letras, los que presentaban AMD moderada ganaron 11,1 letras, los que presentaban AMD severa ganaron 8,7 letras, los que presentaban atrofia geográfica no central ganaron 8,9 letras y los que tenían AMD avanzada ganaron 6,8 letras. This Issue At A GlanceOphthalmologyVol. 121Issue 6PreviewHardy et al ( p. 1297 ) described the clinical, histopathological, and radiological features of enlargement of the infraorbital nerve and canal. They concluded that although such enlargement is uncommon, it is strongly suggestive of reactive lymphoid hyperplasia or immunoglobulin G4-related (IgG4-related) disease, particularly when ipsilateral extraocular muscle enlargement, sinus disease, or focal orbital disease are present. For this retrospective, noncomparative case series, the researchers identified 14 consecutive patients from the databases of two large institutions. Full-Text PDF
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