Raúl Zurita, ante las imágenes de artistas ejemplares
2022; University of North Carolina at Chapel Hill; Volume: 194; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.1353/hsf.2022.0007
ISSN2165-6185
Autores Tópico(s)Comparative Literary Analysis and Criticism
ResumoRaúl Zurita, ante las imágenes de artistas ejemplares José Carlos Rovira Recuerdo una mañana de 2005 en Puebla, la Puebla mexicana, la que se llamó "de los ángeles" en su origen. Me había despedido de Zurita en Santiago en una comida, unos días antes, en la que pudimos por fin encontrarnos. Es curioso cuando alguien ve un rato a un amigo y se despide, y este le dice: "Yo me voy a Puebla en unos días en un viaje rápido", y el otro replica: "Yo también voy allí en unos días en un viaje en el que estaré un mes y pico". Coincidencias y encuentro posterior de un par de días en la ciudad mexicana hacia el 20 de noviembre de 2005. Visita al día siguiente a un lugar preferido mío: la casa del Deán, aquellos sorprendentes restos de un caserón del siglo dieciséis, que fue propiedad del deán de la catedral don Tomás De la Plaza y Goes, quien hizo decorar alguna habitación con imágenes de las Sibilas y otras con cinco de los seis Triunfos de Petrarca, o al menos son cinco los que se conservan (El Triunfo del Amor, El Triunfo de la Castidad, El Triunfo del Tiempo, El Triunfo de la Muerte y el Triunfo de la Fama, faltando entre aquellas pinturas el Triunfo de la Eternidad…). Entonces, un Raúl Zurita sorprendido, hasta el asombro más expresivo, el que nos deja boquiabiertos, viendo los versos de los Triunfos en las pinturas de lo que fue una conjunción habitual durante los siglos catorce y quince. Ver versos es una actitud resumida casi anafóricamente que, como sabemos, ha acompañado desde el principio a Raúl Zurita, en la materialidad inicial de la conversión de los versos en algo que podemos contemplar; me refiero inicialmente a episodios como la escritura en el cielo de Nueva York el 2 de junio de 1982 del poema "La vida nueva". En 1993 la palabra dejaba de ser efímera para ser permanente, esculpida en piedra en pleno desierto de Atacama. Allí en el norte del desierto existe la escritura a lo largo de tres kilómetros de ingeniería y poesía de la frase "Ni pena ni miedo", un verso, que sólo permite para su visión una perspectiva aérea, y que ha creado incluso un debate en el interior de la cultura chilena, que ya he narrado en otro lugar.1 [End Page 75] Click for larger view View full resolution Fig 1. Zurita ante Los Triunfos de Petrarca, Casa del Deán, en Puebla (México), 20 de noviembre de 2005. Me voy a plantear aquí, no el Zurita de la escritura material, el que con sus perfomances, que son varias más como sabemos, ha sabido sorprendernos por la conjunción de imagen y grandeza de formato de la misma, y ha sabido emocionarnos por el impacto visual, social e histórico de lo que significaban. Me voy a plantear lo que significa la imagen, la pintura, el arte visual en la obra del poeta chileno. Parto de un dibujo del propio autor que he utilizado ya otra vez. [End Page 76] Click for larger view View full resolution Fig 2. Raúl Zurita, Figuras celestes. Manuscrito para La vida nueva.2 La escritura en la parte inferior dice: Es preciso esculpir el cielocomo si fuera el mármolgrabar allí las figurasy los rostros de los queamamos, tal como el fiorentinolo hizo en la bóveda.El cielo es el mármol y loshombres deberían extraer de él elcuerpo que encierra. Elcielo es duro y es mármolmás que Carrara. Todoesto es desvarío para losincrédulos o necedado cosa sin importancia.Pero esas esculturas sobrelas montañas vivenya en mi corazón yse harán algún día.Eso será más vasto y másbello que todas las conquistasy la técnica habrátocado a su máxima...
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