La escritura de Alicia Kozameh y las políticas del "yo"
2022; University of Northern Colorado; Volume: 37; Issue: 2 Linguagem: Espanhol
10.1353/cnf.2022.0013
ISSN2328-6962
Autores Tópico(s)Feminism, Gender, and Social Issues
ResumoLa escritura de Alicia Kozameh y las políticas del "yo" Mirian Pino La siguiente entrevista fue realizada online en los idus de enero del 2022. Es por esta razón que deseo agradecer la predisposición de Alicia Kozameh, escritora argentina residente en EE.UU. Kozameh es autora de una obra de singular importancia que despertó interés en la crítica desde la década del 90, cuando la literatura de mujeres comienza a visibilizarse como un conjunto potente en nuestro continente. Ha sido traducida al inglés, al francés, al alemán, al italiano, partes al hebreo, y reseñada en numerosas publicaciones académicas y de circulación masiva tanto en Argentina como en varios otros países de Latinoamérica, en distintos países de Europa y en Estados Unidos. Mirian Pino: Alicia, desde mi perspectiva creo que el quinteto Sal de sangres… nos da a ver algunas diferencias con respecto al corpus general de tu obra. Pienso en un texto como Pasos bajo el agua donde la experiencia histórica se canaliza en un tono narrativo en el cual la memoria es central. Entonces, ¿podrías señalar algunos aspectos que forman parte de esa summa poética que es el quinteto? Es decir, ¿cómo surgió el plan de obra? Alicia Kozameh: Este proyecto surgió, de algún modo, como una contraposición (que terminó no siéndolo) desde la densidad y desde lo estilístico a la novela Bruno regresa descalzo. Bruno… me había tomado cuatro años de intensa actividad emocional en los que había tratado de comprender la manera de los compañeros varones de reaccionar frente al dolor de las grandes pérdidas que tuvimos en los setenta y los ochenta. Eso, en particular. Y en sus vidas personales, en general. Pero lo más importante fue indagar en sus formas de manejar internamente lo que nos tocó afrontar y elaborar, si es que elaborar hubiera sido, o fuera todavía, posible. Y la diferencia con cómo habíamos atravesado la misma experiencia las mujeres militantes. La escritura de esa novela tan llena de preguntas y respuestas—por la que siento un gran afecto—me dejó exhausta, y empecé a jugar con la idea de escribir algo "liviano", o menos "pesado", como una propuesta de descanso. Y en el primer cuaderno de notas para ese trabajo encontré hace poco algo que ya había olvidado, y que es el supuesto título que iba a tener: "Ahora, la belleza". Título que, claro, nunca tuvo. Iba a ser un libro de poesía escrita en prosa en el que iba a dedicarme a "lo bello". Suena ridículo, pero necesitaba apartarme del dolor. Y empecé a trabajar. Sin describir toda la trayectoria [End Page 171] hasta llegar al producto último te puedo decir que de un libro pasó a ser una trilogía, y de trilogía pasó a ser una pentalogía. MP: Pero todos los temas que encaraste en esas mil páginas de poesía son duros, son complejos. AK: Sí. Inmediatamente me olvidé de las intenciones de crear un texto liviano. No logro responder a ese llamado que es, en realidad, un recurso de mi cerebro para pedir una tregua. Es una fantasía un tanto loca, como la de aislarme del mundo en un lugar desierto y quedar allí sola y en completo silencio. Esos deseos son producto del cansancio después de mucho trabajo. Nos pasa a todos. Lo que sucede es que duermo más o menos bien una noche y a la mañana siguiente la idea del aislamiento desaparece por completo. Es similar. Lo que sí pude hacer durante la escritura de los Sal de sangres fue jugar poéticamente en forma más explícita, visible. Darles más presencia a los ritmos y a las necesidades de los ritmos. Insertar músicas y silencios. Inventar escenas de delirios y de ensoñaciones con bastante frecuencia. Pero no tuve forma de evitar lo que me devolvía al dolor. La verdad es que nunca escribí nada que no me llenara de inquietudes, o que me...
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