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Influencia de los factores climáticos sobre el desarrollo y establecimiento de la langosta Rhammatorents schistocercoides (Orthoptera: Acrididae) en la orinoquia Colombiana

1998; Volume: 24; Issue: 2 Linguagem: Espanhol

10.25100/socolen.v24i2.9840

2665-4385

FERNANDO A. MONTEALEGRE, FRANCISCO BOSHELL, GUILLERMO A. LEÓN,

Ecology and Vegetation Dynamics Studies

En el primer semestre de 1994 se registró en la orinoquía Colombiana una inusitada aparición de gran cantidad de langostas, lo cual ocasionó estragos en los pastos nativos y en algunos cultivos de la región. Sobre el origen se supuso que los insectos provenían del Bra­sil donde se ha.bía reportado la plaga, que fue identificada en 1995 por el Instituto Interna­cional de Control Biológico (I.I.B.C.) de Inglaterra como Rhammatocerus schisto­cercoides (Rehn 1906) (Acrididae: Gompho­cerinae). Con base en la comparación climática de dos localidades representativas del proble­ma en Colombia y Brasil, la evaluación de los vientos de la troposfera inferior hasta un nivel de 500 Mb y la paleoclimatologia, se postula que la plaga no se desplazó desde Brasil, pues­to que es una especie autóctona de la orinoquía Colombiana, la cual se desplazó desde el no­reste. hacía el suroeste de Colombia con los vientos dominantes con origen noreste tenien­do una velocidad media del orden de los 3 mi s. Así mismo se caracterizó climáticamente cada etapa de desarrollo del insecto, el cual presenta una generación por año en las condi­ciones de la altillanura Colombiana. Se pudo determinar que la altillanura es apta desde el punto de vista climático para el periodo de apareamiento y postura de huevos, al presentar una temporada de relativa sequía. Sin embar­go, en los tres primeros estados ninfales el insecto recibe más del 64°, de las precipita­ciones del año, lo cual se convierte en un efi­ciente control abiótico. que dificulta el establecimiento del insecto en la región. A finales de 1996 la densidad poblacional dis­minuyó considerablemente, debido especial­mente a que las precipitaciones en abril del mismo año superaron su promedio histórico y coincidieron con los primeros instares ninfales. Se espera que las poblaciones del insecto dis­minuirán al avanzar•con los vientos del nores­te hacía el piedemonte de la cordillera oriental, en donde las precipitaciones anuales son ma­yores a 4000 mm por año, condición climática adversa para el establecimiento permanente de la plaga en la región.