Die romanische Tür von Płock in Welikij Nowgorod in Russland als Glaubensbekenntnis in der Kunst
2015; Universidad de Navarra; Volume: 22; Linguagem: Espanhol
10.15581/007.22.2199
ISSN2174-0887
Autores Tópico(s)Historical and Archaeological Studies
ResumoBajo el arzobispo Wichmann, la Fabrica ecclesiae de Magdeburgo comprendía un importante taller de fundición. El obispo Alejandro de Płock († 1156) encargo allí una puerta de bronce para su catedral. Ambos obispos, así como el maestro fundidor Riquin y su ayudante Wismuth, están representados en dicha puerta. Ya en el siglo xiii la puerta, empezó a ser botín de guerra en manos de diversos contendientes y recorrió distintos lugares hasta ser colocada, en el siglo xv, en la catedral de Santa Sofía de Novgorod-Veliki, por el maestro Abraham, cuya imagen se incluyo en la puerta. El transporte y la nueva colocación fueron posibles, gracias a que constaba de 46 placas de bronce sobre soportes de madera. El traslado se comprueba mediante inscripciones grabadas en ruso (s. xv), junto a otras, fundidas, en latín (s. xii). La articulación en piezas hizo posible el desmonte, el traslado y recolocación, con el inconveniente de poder cambiar el orden primitivo de las piezas y de producir desperfectos. El orden actual de las piezas con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, figuras históricas, simbólicas y alegóricas denota que en la recolocación se perdió la ≪clave≫ para la comprensión temática de esta obra de arte. En efecto, la puerta que fue construida en Magdeburgo para la catedral de Płock –en el límite del mundo cristiano de entonces– no tenía como finalidad principal representar la vida de Cristo, sino anunciar la fe cristiana mediante los doce artículos del Símbolo apostólico, que según la tradición (Divisio Apostolorum) Cristo mismo les entregó a los apóstoles al enviarlos.
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