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ESTÉTICA DE LOS DESECHOS EN LA NARRATIVA DE TRES AUTORAS MEXICANAS: GUADALUPE NETTEL, ANA CLAVEL Y CRISTINA RIVERA GARZA

2023; University Library System, University of Pittsburgh; Volume: 89; Issue: 282-283 Linguagem: Espanhol

10.3828/revista.2023.89.282-283.331

2154-4794

Pauline Doucet,

Latin American Literature Studies

A pesar de ser un aspecto omnipresente convocado desde el nacimiento de la novela moderna como poderoso recurso humorístico, la representación del cuerpo en sus funciones más triviales y orgánicas ha sido y sigue siendo objeto de una especie de tabú literario, reflejo de la progresiva evolución de las sensibilidades relativas a la gestión y representación del cuerpo (cuerpo propio y colectivo), o sea, reflejo y producto del irreversible “proceso de civilización”. Sin embargo, parece que esta dimensión más íntima y más abyecta de cuerpo surge de nuevo –como en un retorno de lo reprimido en la historia de la literatura– dentro de la narrativa de un puñado de escritoras mexicanas, entre ellas Guadalupe Nettel, Ana Clavel y Cristina Rivera Garza. El cuento “Pétalos” y las novelas Cuerpo náufrago y El mal de la Taiga se caracterizan por una representación del cuerpo que dista de la concepción moderna –que valora un cuerpo cerrado, limitado, discreto y, sobre todo, inodoro– ya que dan detallada cuenta de los fluidos y excreciones corporales de sus personajes. Que la intención sea deliberadamente provocadora o más metafísica, la dimensión escatológica común a estos tres textos transgrede fronteras de diferentes índoles: la representación de cuerpos abyectos, que se desbordan de sus límites, difumina los contornos del “yo corporal” como fundamento de la identidad de los individuos. Esta estética de los desechos que inspira las descripciones de todos los cuerpos, incluso femeninos, también supone una proyección inédita del cuerpo femenino, cuya presencia ya no es “eufemizada” por las leyes de la representación idealizada. Además, esta dimensión excremental supone una modificación de la axiología corporal tradicional, en la que predomina el sentido más noble e intelectual de la vista, a favor del más desprestigiado: el olfato. Dicha oposición de los sentidos y la revancha del uno sobre el otro también puede leerse en clave feminista, ya que la dialéctica de los sentidos reproduce otras dicotomías fundamentales, la de la civilización y de la naturaleza, de lo masculino y de lo femenino. Finalmente, la evocación del cuerpo abyecto tiene implicaciones en la esfera literaria: las tres obras aparecen como contra- performances estéticas que replantean la idea de belleza más allá de la lógica oposicional y excluyente de la tríada civilizacional higiene-orden-belleza. Estas suponen una experiencia lectora más global e instintiva, que no se limita en solicitar las aptitudes intelectuales e imaginativas del lector, sino que convocan todos sus sentidos.