Artigo Revisado por pares

Tucídides en la España del XVI: panorama de su legado y causas de su declive

2023; Routledge; Volume: 100; Issue: 7 Linguagem: Espanhol

10.1080/14753820.2023.2277035

ISSN

1478-3428

Autores

Juan Carlos Iglesias-Zoido,

Tópico(s)

Historical, Religious, and Philosophical Studies

Resumo

Click to increase image sizeClick to decrease image size Notes1 En el caso de los estudios dedicados al legado de Tucídides sólo tenemos un tratamiento del caso español en Juan Carlos Iglesias-Zoido, El legado de Tucídides en la cultura occidental: discursos e historia (Coimbra: Univ. de Coimbra, 2011), 135–65; y en una parte de Paulo Donoso Johnson, Recepción histórica y política de las ‘Historias’ de Tucídides: algunos casos en lengua hispana (Valparaíso: Pontificia Univ. Católica de Valparaíso, 2018). Apenas hay información de la tradición de Tucídides en España en los trabajos de María Rosa Lida de Malkiel, La tradición clásica en España, prólogo de Yakov Malkiel (Barcelona: Ariel, 1975), 372–73; Marianne Pade, ‘Thucydides’, en Catalogus Translationum et Commentariorum, ed. Virginia Brown, James Hankins & Robert A. Kaster, 8 vols (Washington D.C.: Catholic Univ. of America Press, 2003), VIII, 103–82 (pp. 111 & 163); Brill’s Companion to Thucydides, ed. Antonios Rengakos & Antonios Tsakmakis (Leiden: Brill, 2006), 784–85; Thucydides and the Modern World: Reception, Reinterpretation and Influence from the Renaissance to the Present, ed. Katherine Harloe & Neville Morley (Cambridge: Cambridge U. P., 2012); The Afterlife of Herodotus and Thucydides, ed. John North & Peter Mack (London: Univ. of London Press, 2019); y The Cambridge Companion to Thucydides, ed. Polly Low (Cambridge: Cambridge U. P., 2023). En la obra general Ombres de Thucydide: La réception de l’historien depuis l’Antiquité jusqu’au début du XXe siècle. Actes des Colloques de Bordeaux, les 16–17 mars 2007, les 30–31 mai 2008 et de Toulouse, les 23–25 octobre 2008, ed. Valérie Fromentin, Sophie Gotteland & Pascal Payen (Bordeaux: Ausonius, 2010), hay un capítulo dedicado a Gracián de Alderete escrito por Francisco García Jurado, ‘Diego Gracián, su Tucídides, y la historiografía de la traducción en España’ (495–507) (aunque referido a las reediciones del siglo XIX); y en el estudio Handbook to the Reception of Thucydides, ed. Christine Lee & Neville Morley (Malden, MA/Oxford: Wiley, 2015), otro capítulo dedicado al papel jugado por las antologías de discursos, escrito por Juan Carlos Iglesias-Zoido, en el que se dedica atención al Tucídides de Heredia: ‘The Speeches of Thucydides and the Renaissance Anthologies’, 43–60.2 Véanse también la edición de Adelino Álvarez Rodríguez, Tucídides: discursos de la guerra del Peloponeso (versión aragonesa de la ‘Historia de la Guerra del Peloponeso’ patrocinada por Juan Fernández de Heredía) (Zaragoza: Prensas Universitarias, 2007); y los estudios de Juan Carlos Iglesias-Zoido: ‘El Tucídides de Juan Fernández de Heredia (s. XIV): problemas planteados por la selección de discursos’, Anuario de Estudios Filológicos, 28 (2005), 131–47; ‘El Tucídides de Heredia en el contexto de las antologías medievales de discursos historiográficos’, Scriptura, 23–25 (2016), 43–64; y ‘The Byzantine Influence: Heredia’s Tucídides and the Contiones Thucydidis of Lapo da Castiglionchio’, en Anthologies of Historiographical Speeches from Antiquity to Early Modern Times: Rearranging the Tesserae, ed. Juan Carlos Iglesias-Zoido & Victoria Pineda (Leiden/New York: Brill, 2017), 136–53, donde se cita toda la bibliografía esencial publicada sobre esta obra.3 Véanse también de manera general sobre la traducción de los historiadores clásicos en la Península Ibérica, los estudios de Alejandro Coroleu, ‘A Preliminary Survey of Greek and Latin Historians in Translation in the Iberian Peninsula (c.1360–1599)’, in The Iberian Book and Its Readers: Essays for Ian Michael, ed. Nigel H. Griffin, Clive H. Griffin & Eric A. Southworth, BSS, LXXXI:7–8 (2004), 897–912; y Alexander S. Wilkinson, ‘Vernacular Translation in Renaissance France, Spain, Portugal and Britain: A Comparative Survey’, Renaissance Studies, 29:1 (2019), 19–35. En concreto, sobre la labor de traductor de Gracián, véanse Alicia Morales Ortiz, Plutarco en España: traducciones de ‘Moralia’ en el siglo XVI (Murcia: Univ. de Murcia, 2000), 189–99; Iglesias-Zoido, El legado de Tucídides, 173–76; y David Carmona Centeno, ‘Diego Gracián y la primera traducción de Tucídides al español: entre la neutralización, domesticación y extranjerización’, en La Historiografía Lingüís­tica como paradigma de investigación, ed. Antonio Salvador Plans et al. (Madrid: Visor, 2016), 245–58; y Donoso Johnson, Recepción histórica y política de las ‘Historias’ de Tucídides.4 Véase García Jurado, ‘Diego Gracián, su Tucídides’. Nos referimos a la traducción de Francisco Rodríguez Adrados, que comenzó a publicarse por la Editorial Hernando en el año 1952. Un año más tarde, en 1953, comenzó a publicarse la traducción catalana, realizada por Jaume Berenguer Amenós, en edición bilingüe, en Barcelona, por la Fundación Bernat Metge.5 Véase Pade, ‘Thucydides’, para la nómina de traductores y comentaristas en la Europa del Renacimiento.6 Véanse por ejemplo la escasa atención que recibe Tucídides en los estudios pioneros sobre el helenismo en España, como el de Julián Apraiz, Apuntes para una historia de los estudios helénicos en España (Madrid: Imprenta de J. Noguera, 1874), 125–26. O, años más tarde, en estudios más detallados sobre el conjunto del helenismo español del XVI como el de José López Rueda, Helenistas españoles del siglo XVI (Madrid: CSIC, 1973); o del XVII como el de Enriqueta de Andrés Castellanos, Helenistas españoles del siglo XVII (Madrid: Fundación Universitaria Española, 1988).7 Remitimos a una serie de trabajos recientes, dedicados a la influencia de Tucídides sobre figuras como Johannes Vasaeus, Hurtado de Mendoza y Pedro de Valencia. Véanse estos estudios de Juan Carlos Iglesias-Zoido, ‘Una antología de discursos historiográficos en la España del XVI: Las Conciones aliquot in genere deliberativo de Johannes Vasaeus (Salamanca, 1538)’, en Conciones ex historicis excerptae. Nuevos estudios sobre las antologías de discursos historiográficos, ed. Juan Carlos Iglesias-Zoido (Coimbra: Univ. de Coimbra, 2020), 91–110; ‘Tucídides y Diego Hurtado de Mendoza’, en ‘Curiositas nihil recusat’. Estudios dedicados a Isabel Moreno Ferrero, ed. Juan Antonio González Iglesias, Julián Méndez Dosuna & Blanca María Prósper (Salamanca: Univ. de Salamanca, 2021), 242–57; y ‘Pedro de Valencia y Tucídides’, Cuadernos de Çafra, 17 (2021), 75–97.8 Véanse al respecto la amplia información que a estos ámbitos europeos ofrecen los estudios de Pade, ‘Thucydides’; Brill’s Companion to Thucydides, ed. Rengakos & Tsakmakis; Ombres de Thucydide, ed. Fromentin, Gotteland & Payen; Thucydides and the Modern World, ed. Harloe & Morley; Handbook to the Reception of Thucydides, ed. Lee & Morley; y The Afterlife of Herodotus and Thucydides, ed. North & Mack. Con referencia en concreto al Renacimiento y a la Edad Moderna, véanse en el ámbito francés: Chantal Grell, ‘Thucydide en France, de la Renaissance à la Révolution’, en Ombres de Thucydide, ed. Fromentin, Gotteland & Payen, 587–600; en el ámbito italiano: Giuseppe Cambiano, ‘Thucydide en Italie et en France vers le milieu du XVIe siècle’, en Ombres de Thucydide, ed. Fromentin, Gotteland & Payen, 651–64; en el ámbito alemán: Udo Klee, Beiträge zur Thukydides-Rezeption während des 15. und 16. Jahrhunderts in Italien und Deutschland (Frankfurt am Main: P. Lang, 1990); y John Richards, ‘A Protestant Thucydides in Reformation Germany’, en The Afterlife of Herodotus and Thucydides, ed. North & Mack, 77–96; en el ámbito inglés: Kinch Hoekstra, ‘Thucydides and the Bellicose Beginnings of Modern Political Theory’, en Thucydides and the Modern World, ed. Harloe & Morley, 25–54; Luca Iori, Thucydides Anglicus. Gli Eight Bookes di Thomas Hobbes e la ricezione inglese delle Storie di Tucidide (1450–1642) (Roma: Edizioni di Storia e Letteratura, 2015); y ‘Thucydides and the English Renaissance Education’, en The Afterlife of Herodotus and Thucydides, ed. North & Mack, 61–76.9 Enmarcado en lo que Américo Castro denominó como ‘la edad conflictiva’. Véase Luis Gil Fernández, Panorama social del humanismo español (1500–1800) (Madrid: Tecnos, 1997), para una visión general y contextualizada de esta cuestión.10 Las referencias a Tucídides que encontramos en helenistas como Antonio Agustín son mínimas, como cuando recomienda en una carta a Jerónimo Zurita, fechada el 5 de diciembre de 1578, el modelo de Tucídides a la hora de componer conciones dentro de las obras historiográficas, citándolo dentro de un grupo de autores que incluye a Salustio o Tito Livio, pero sin incidir en sus virtudes o defectos. Véase al respecto María Victoria Pineda González, ‘La preceptiva historiográfica renacentista y la retórica de los discursos: antología de textos’, Talia Dixit. Revista Interdisciplinar de Retórica e Historiografía, 2 (2007), 95–219 (p. 139).11 Véase Álvaro Ibáñez Chacón, ‘Sobre la traducción de Jenofonte realizada por Diego Gracián (1552)’, Florentia Iliberritana. Revista de Estudios de Antigüedad Clásica, 30 (2019), 121–45. Sobre la popularidad de los historiadores clásicos en este período, véanse Peter Burke, ‘A Survey of the Popularity of Ancient Historians, 1450–1700’, History and Theory, 5:2 (1966), 135–52; y Freyja Cox Jensen, ‘The Popularity of Ancient Historians, 1450–1600’, The Historical Journal, 61:3 (2018), 561–95, con escasas referencias al mundo hispánico.12 Véase Las obras de Xenophon trasladadas de Griego en Castellano por el secretario Diego Gracián (Salamanca: Juan de Junta, 1552), fol. 4r.13 Véase Biblioteca y epistolario de Hernán Núñez de Guzmán (El Pinciano): una aproximación al humanismo español del siglo XVI, ed. Juan Signes Codoñer, Carmen Codoñer Merino & Arantxa Domingo Malvadi (Madrid: CSIC, 2001) 108–09: ‘El Pinciano contaba ya con tres manuscritos de Tucídides, los 15, 20 y 74, que el ex libris de la Universidad identifica como de su propiedad’. Por nuestra parte, hemos de señalar que las anotaciones se encuentran sobre todo en el Salmanticensis 15 y en el incunable 283. Sobre la presencia de la Historia de Tucídides en otras bibliotecas españolas de la primera mitad del XVI, véase Félix Piñero Torre, ‘El fondo griego de la Biblioteca Colombina’, en América y la España del siglo XVI. Homenaje a Gonzalo Fernández de Oviedo cronista de Indias en el V centenario de su nacimiento, ed. Francisco de Paula de Solano Pérez-Lila & Fermín del Pino Díaz (Madrid: CSIC, 1983), 317–26 (pp. 320 & 324), quien señala la presencia en la Biblioteca Colombina tanto de la edición florentina de 1506 como de la traducción latina de Valla publicada en 1509.14 Sobre Hurtado de Mendoza, véanse Gregorio de Andrés, ‘La biblioteca de don Diego Hurtado de Mendoza (1576)’, Documentos para la Historia del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 7 (Madrid: Imprenta Helénica, 1964), 235–323; Anthony Hobson, Renaissance Book Collecting. Jean Grolier and Diego Hurtado de Mendoza: Their Books and Bindings (Cambridge: Cambridge U. P., 1999); y Juan Varo Zafra, Don Diego Hurtado de Mendoza y la Guerra de Granada en su contexto histórico (Valladolid: Univ. de Valladolid, 2012).15 Véase Iglesias-Zoido, ‘Tucídides y Diego Hurtado de Mendoza’, 247–51, para un tratamiento más amplio.16 En concreto, dice en el paratexto de su traducción: ‘spetialmente dal Illustriss. Signor Don Diego Urtado, Oratore Cesareo (alla cui singular liberalità, mi conosco per sempre obligato) … ’. Véase Gli otto libri di Thucydide atheniese, delle guerre fatte tra popoli della Morea, et gli Atheniesi, trad. Francescco di Soldo Strozzi Fiorentino (Venetia: Vincenzo Vaugris, 1545), fol. 3r.17 Véase Stefano Carrai, ‘La tradizione delle opere di Giovanni Della Casa e il problema della loro edizione’, en Giovannni Della Casa: ecclesiastico e scrittore, atti del convegno, Firenze–Borgo San Lorenzo, 20–22 novembre 2003, ed. Stefano Carrai (Roma: Edizioni di Storia e Letteratura, 2007), 87–108.18 En concreto, el ejemplar 177-I-18 de la Biblioteca del Real Monasterio del Escorial.19 Véanse Francisco Vivar, ‘Tucídides y La guerra de Granada de Hurtado de Mendoza’, en Memoria de la palabra. Actas del VI Congreso de la Asociación Internacional Siglo de Oro. Burgos–La Rioja 15–19 de julio 2002, ed. Francisco Domínguez Matito & María Luisa Lobato López, 2 vols (Madrid: Iberoamericana/Frankfurt am Main: Vervuert, 2004), II, 1819–26; y Juan Carlos Iglesias-Zoido, ‘Tucídides y Diego Hurtado de Mendoza’, 250–57.20 La Ratio atque institutio studiorum Societatis Iesu (Nápoles: Tarquinio Longo, 1603), 159 propone como autores ejemplares para la asignatura de retórica a diversos oradores, poetas e historiadores griegos, entre los que se destacan Demóstenes, Homero, Platón y Tucídides, pero advierte que su estudio esté condicionado a ‘que estén expurgados’. Además, en el caso de Tucídides, se incidía sobre todo en la utilidad de los discursos.21 De hecho, Francisco de Quevedo (La hora de todos y la fortuna con seso, ed. & intro. de Luisa López Grigera [Madrid: Castalia, 1975], 91), cita a Tucídides, como fuente de aforismos: ‘Y luego empezó a granizarle de aforismos y autores, ensartando a Tácito y Salustio, a Polibio y Tucídides, embutiendo las grandes pérdidas de los romanos y griegos, y otra grande casta de dislates’.22 Véase, por ejemplo, Juan Luis Vives, quien en su De disciplinis libri XX ([Amberes: Michael Hillenius, 1531], 300), señalaba lo siguiente: ‘En Historia, el alumno comenzará a leer a Herodiano […]. Luego leerá las Helénicas de Jenofonte, que son la misma pureza y el aseo mismo. Yo impondría algunos libros de Tucídides, aún cuando es un escritor difícil, duro y casi férreo (Thucydidis libros aliquot imperabimus difficilis licet scriptoris, duri ac plane ferrei)’. Véase la traducción al español en Manuel Breva-Claramonte, La didáctica de las lenguas en el Renacimiento: Juan Luis Vives y Pedro Simón Abril (Bilbao: Univ. de Deusto, 1994), 89. Sobre el helenismo y los planes de estudio del griego en las universidades españolas del siglo XVI, véanse también López Rueda Helenistas españoles, 15–143; e Inmaculada Pérez Martín, ‘El helenismo en la España moderna: libros y manuscritos griegos de Francisco de Mendoza y Bovadilla’, Minerva. Revista de Filología Clásica, 24 (2011), 59–96 (p. 61): ‘El control en la circulación de libros, la censura, las dificultades de edición y la equiparación de los estudios griegos con el pensamiento herético en la mentalidad dominante, cada vez más rígida y provinciana, hicieron el estudio del griego desde finales del siglo XVI funcionalmente estéril, aunque cuantitativamente mayor’.23 Francisco de Quevedo, Prosa festiva completa, ed. Celsa Carmen García Valdés (Madrid: Cátedra, 1993), 445.24 Véase Diego de Salazar, Tratado de re militari: tratado de caualleria hecho a manera de dialogo q[ue] passo entre los illustrissimos … (Alcalá de Henares: Imprenta de Miguel de Eguya, 1536), fol. 35v: ‘Los Lacedemonios en sus exércitos, según affirma Tucídides usavan flautas con tamborinos, que eran flautas pequeñas’.25 Véase Gabriel de Toro, Tesoro de misericordia divina y humana, ed. Lina Rodríguez Cacho & Mariano Quirós García (Salamanca: CILUS, 1999), fol. 48v: ‘Algunas repúblicas se preciavan de admitir a todo el mundo. Y una de las grandezas que Tucídides cuenta, en que Athenas se aventajó a otras ciudades, era en ser freqüentada de muchas naciones, sin excluyr ni detener a nadie.’ Alusión que forma parte de una cadena en la que se habla de Cicerón, San Ambrosio, Tucídides, Diodoro Sículo, Jenofonte y Plutarco.26 Véase Jerónimo de Urrea, Diálogo de la verdadera honra militar (Venezia: Juan Grifo, 1566), fol. 40v: ‘Tucídides griego dize que los que primero acostumbraron traher armas fueron los rústicos y gentes saluages y agora nosotros nos preciamos mucho de seguir la costumbre de los saluages vsando las armas sin razón, como las fieras sus vñas y dientes’.27 Juan de Pineda es un caso especial, pues en sus Diálogos familiares de la agricultura cristiana, ed. & estudio preliminar de Juan Meseguer Fernández, 5 vols (Madrid: Atlas, 1963–1964) aparece hasta en ocho ocasiones el nombre de Tucídides. Sin embargo, se trata de pasajes que no revelan un buen conocimiento de la obra sino una citación de segunda mano. Por ejemplo (I, fol. 41): ‘encarecen mucho Tucídides y Livio que se huya la ira y el aceleramiento, por que la ira se acompaña con ceguedad, y el demasiado apresuramiento no da lugar de considerar’.28 Véase Jerónimo de Huerta, Traduccion de los libros de Caio Plinio Segundo de la historia natural de los animales (Madrid: Imprenta de Luis Sanchez, 1599), fol. 70v: ‘Los Atenienses desterraron a Tucídides, su general, y después de aver escrito sus hechos lo revocaron, admirados de su eloquencia, aunque primero avían menospreciado su virtud’.29 López Rueda, Helenistas españoles, 237–43.30 Entre comillas viene la traducción al español del texto de la metodología de Tucídides: κτῆμα τϵ ἐς αἰϵί. Desde aquí en adelante todas las referencias a este texto vendrán en paréntesis.31 Véase Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, Historia general y natural de las Indias, 29 vols (Sevilla: Cromberger, 1539), IV, 258. Es interesante que la referencia, ‘la historia es un tesoro’, coincida con el término empleado en la traducción del epigrama griego presente en el paratexto de la traducción de Tucídides de Diego Gracián de Alderete. Véase Historia de Thucydides que trata de las guerras entre los Peloponeses y Athenienses (Salamanca: Juan de Canova, 1564), fol. 4r: ‘Que no soy para todos fácil paso, / Antes alcanzan pocos el thesoro / De Thucydide Atheniense, hijo d’ Oloro’. El influjo erasmista sobre la obra de Gonzalo Fernández de Oviedo ya fue apuntado por Marcel Bataillon, Erasmo y España, trad. Antonio Alatorre, 2a ed. (México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1966 [1ª ed. en francés 1937]), 642. De manera más detallada, véase también el análisis que ofrece Vanina María Teglia, ‘Ideal humanista de la paz en relatos de pacificación del cronista Fernández de Oviedo’, Hipogrifo. Revista de Literatura y Cultural del Siglo de Oro, 2:2 (2014), 127–39. En concreto, véase pág. 127: ‘los parlamentos de los personajes y la descripción de sus acciones se ven marcados por los ideales del pensamiento humanista, renacentista y específicamente erasmista de principios del siglo XVI’.32 Véase La recuperación de un clásico: ‘Coloquios de Palatino y Pinciano’ de Juan Arce de Otálora, ed. José Luis Ocasar Ariza, 2 vols (Madrid: Turner-Biblioteca Castro, 1995), II, 1296.33 Véase La recuperación de un clásico, ed. Ocasar Ariza, I, 518. Véase también Juan Luis Vives, Libro llamado Instrucción de la mujer cristiana, trad. Juan Justiniano (1548), ed. Salvador Fernández Ramírez (Madrid: Signo, 1936), 63: ‘Decía otrosí Tucídides aquella mujer ser buena de cuya bondad o maldad no se habla ni se blasona de ella, ni de sus cosas, sino muy poco’.34 Véase Johannes Vasaeus, Collectanea Rhetorices (Salamanca: Gonzalo de Castañeda, 1538), 29v.35 Véase Iglesias-Zoido, ‘Una antología de discursos historiográficos’, 91–110. En general, sobre el papel de las antologías de discursos de origen historiográficos en la cultura europea del siglo XVI y sobre las diferentes funciones (especialmente de tipo retórico) que desempeñó este tipo de producto cultural convertido en un auténtico bestseller del momento en países como Italia, Francia o Alemania, véanse Juan Carlos Iglesias-Zoido & Victoria Pineda González, ‘Old Words in New Books’, en Anthologies of Historiographical Speeches from Antiquity to Early Modern Times, ed. Iglesias-Zoido & Pineda, 1–24; y, en general, toda la Parte III (173–400) de esta monografía, con estudios dedicados a Remigio Nannini (194–212); Henri II Estienne (213–37); o François de Belleforest (238–60). Un catálogo comentado de todas las antologías publicadas en Europa hasta finales del siglo XVII puede consultarse en el Apéndice de Juan Carlos Iglesias-Zoido & Victoria Pineda González, ‘Contiones: Printed Anthologies of Speeches (1471–1699)’, en Anthologies of Historiographical Speeches from Antiquity to Early Modern Times, ed. Iglesias-Zoido & Pineda, 401–55. La antología de Vasaeus, la única publicada en España, es el número 19 del catálogo.36 Sobre la labor de Gracián como traductor, véanse Alicia Morales Ortiz, Plutarco en España: traducciones de ‘Moralia’ en el siglo XVI (Murcia: Univ. de Murcia, 2000); y Carmona Centeno, ‘Diego Gracián y la primera traducción de Tucídides’.37 Antonio Paz y Meliá, ‘Otro erasmista español: Diego Gracián de Alderete, secretario de Carlos V’, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 5 (1901), 27–36, 125–39 & 608–25.38 Al respecto, véase Iglesias-Zoido, El legado de Tucídides, 175.39 Véase Anthologies of Historiographical Speeches from Antiquity to Early Modern Times, ed. Iglesias-Zoido & Pineda, 401–55.40 Véase Jesús María Nieto Ibáñez, ‘El “Pronóstico de Hipócrates” compuesto por Alonso López Pinciano (1596): un manual médico del humanismo español’, Edad De Oro, 41 (2022), 167–83, para las referencias bibliográficas concretas. Nieto apunta que en la página 236 del Prognosticum, en el apartado Mentis symptomata, López Piciano afirma que se produce una pérdida de memoria en enfermedades graves tal y como cuenta Tucídides en su relato de la peste: ‘et docuit Thucydides historia in peste quam narrat, qui autem valde obliviosus est, mentis necessario patietur iacturam’.41 Sobre Pedro de Valencia, véanse: Luis Gómez Canseco, El humanismo después de 1600: Pedro de Valencia (Sevilla: Univ. de Sevilla, 1993); y Pedro de Valencia, Obras completas, ed. Jesús María Nieto Ibáñez et al., 10 vols (León: Univ. de León, 1993–2019), I (2015), Introducción general. Fuentes y estudios.42 Véase Gaspar Morocho Gayo, ‘Trayectoria humanística de Pedro de Valencia: su actividad en la escuela de Zafra’, en Actas del VII Congreso Español de Estudios Clásicos (Madrid 20–24 de abril de 1987), 3 vols (Madrid: Editorial de la Univ. Complutense, 1989), III, 607–12.43 Véase la edición del texto latino de Pedro de Valencia, en Obras completas, ed. Nieto Ibáñez et al., X (2008), Traducciones, en particular: Antonio María Martín Rodríguez, ‘Criterios de transcripción y edición’, 37–45; y su ‘Teophrasti De igne lib’, 50–73; y María de la Luz García Fleitas, ‘Teophrasti De igne lib. Estudio y comentario’, 75–92 y su ‘Thucydidis Olori F. historiarum sui temporis liber Primus. Estudio y comentario’, 113–28. Véase también en el mismo volumen lo señalado sobre esta traducción por Vicente Bécares Botas, ‘Pedro de Valencia, traductor de textos griegos’, 17–34; y en otro sitio por Pade, ‘Thucydides’, 163.44 Véase Vicente Bécares Botas, ‘Arias Montano, mediador entre España y Flandes’, Cuadernos de Pensamiento, 12 (1998), 273–84 (p. 279): ‘Omnes libri graeci editi ab Henrico Stephano post Platonem. i. post annum 1578’.45 Véase Pade, ‘Thucydides’, 144–49.46 Véase Pade, ‘Thucydides’, 163; y el análisis detallado que ofrece García Fleitas en Pedro de Valencia, Obras completas, ed. Nieto Ibáñez et al., X, 75–92 & 113–28.47 Véase López Rueda, Helenistas españoles.48 Sobre este concepto y su repercusión y adaptación en la historiografía antigua, véase Iglesias-Zoido, El legado de Tucídides, 35–55. Una interesante interpretación de este concepto referido a la mitigación del papel de lo fantástico en las crónicas de Indias lo ofrece Jesús Paniagua Pérez, ‘Lo fantástico en las Relaciones de Indias de Pedro de Valencia’, en Humanismo y tradición clásica en España y América II (recoge junto con otros artículos las cuatro ponencias de la reunión científica presentadas por los profesores Juan Gil, José María Maestre, Consuelo Varela y Vicente Bécares), ed. Jesús María Nieto Ibáñez (León: Univ. de León, 2004), 223–48.49 Jesús Paniagua Pérez, ‘El humanismo español y la crónica oficial de Indias de Pedro de Valencia’, en Hommage à Georges Baudot, présentation de Jacques Gilard, Caravelle. Cahiers du Monde Hispanique et Luso-Brésilien, 76–77 (2001), 223–34.50 Jesús Paniagua Pérez, ‘Pedro de Valencia, cronista e historiógrafo oficial de las Indias (1607–1620)’, Anuario de Estudios Americanos, 53:2 (1996), 231–53.51 Para la mayor parte de estas citas, a las que hay que añadir las que hemos localizado en los Académica, véase los estudios de García Fleitas, en Pedro de Valencia, Obras completas, ed. Nieto Ibáñez et al., X, 75–92 & 113–28.52 Véase Tratado acerca de los moriscos de España (Madrid, BNE Mss/7845, fols 4r–42v) donde hay cinco citas de la obra: fol. 21v: descripción de cómo los atenienses cortaban los pulgares de los eginetas para evitar peleas (2.36–55); fol. 22v: toma como ejemplo el episodio de Epidamno, considerado tradicionalmente como pretexto para la guerra del Peloponeso (1.24–29); fol. 34v: uso de una expresión griega procedente de los pasajes en los que habla de la colonización de las ciudades (1.27); fol. 38r: alude a las palabras contenidas en el discurso del demagogo Cleón (3.37); fol. 39v–40r: traducción al español de un periodo del discurso de Alcibíades (6.18)53 Véase Academica siue de iudicio erga verum, ex ipsis primis fontibus (ex officina Plantiniana, apud Viduam, & Ioannem Moretum, 1596), XI, 138, 111–12: dos citas del discurso de Arquidamo señaladas con nota al margen (In oratione Archidami) (Thuc. 1.84.4): Multum quid hominem homini praestare, existimare non oportet, ‘No has de pensar que un hombre supera en mucho a otro hombre’ y Thuc. 1.84.3: existimare oportet, quae nos cogitamus, aliis etiam in mentem venire ‘Hay que considerar que las cosas que nosotros pensamos, también a otros se le ocurren’. Son utilizadas por Pedro de Valencia como epílogo de la sección XI de sus Academica (‘Sobre los Cirenaicos’) como apotegmas sobre la necesaria humildad que ha de tener el pensador filosófico en su vida.54 En el resto de los casos, sólo tenemos una cita o referencia a Tucídides por obra concreta: Discurso acerca de los cuentos de las brujas (borrador): 8 (fol. 3r), donde el zafrense remite a Tucídides ‘i algunas oraciones de Andocydes’ (cf. 6.60) y 31 (fol. 206r): el autor es citado entre otros ‘antiguos legisladores y sabios’. Discurso para que en la reducción de los gastos no se suprima parte de las limosnas: (fol. 19v): Pedro de Valencia añade una nota donde nos remite al epitafio o discurso fúnebre de Pericles (2.46). Discurso sobre el acrecentamiento de la labor de la tierra (fol. 238v) alude nuevamente a las palabras pronunciada por Pericles ante los atenienses en su último discurso (2.62.2).55 Véase Iglesias-Zoido, ‘The Speeches of Thucydides’.56 Véase Marcelino Menéndez Pelayo, Biblioteca de traductores españoles, ed. Enrique Sánchez Reyes, 4 vols (Santander: CSIC, 1952–1953), II, 177–78: ‘Fué su principal maestro Luis Vives, en cuya casa residió con otros jóvenes españoles, entre ellos, según probable conjetura, el burgalés Francisco de Encinas, famoso después entre nuestros heterodoxos, y a la par helenista egregio … ’.57 Véase Iglesias-Zoido, ‘The Speeches of Thucydides’, sobre el papel de la traducción de los discursos de Tucídides llevada a cabo en el scriptorium de Juan Fernández de Heredia en Aviñón.58 En este caso, es un hecho muy significativo que uno de sus principales colaboradores, el canciller Mercurino Gattinara fuera discípulo de Claude de Seyssel, traductor de Tucídides al francés.59 Es importante también destacar que, por ejemplo, el manuscrito de la traducción francesa fue presentada por Claude de Seyssel al rey Luis XII como un texto pensado para la lectura real. Sobre la traducción de los clásicos por parte de Seyssel y su relación con la corte, véase Rebecca A. Boone, ‘Claude de Seyssel’s Translations of Ancient Historians’, Journal of the History of Ideas, 61:4 (2000), 561–75.60 Véanse especialmente John Richards, ‘Thucydides in the Circle of Philip Melanchthon', Doctoral dissertation (Ohio State University, 2013); y su ‘A Protestant Thucydides in Reformation Germany’. Sobre el contexto general del papel de la historiografía en el contexto luterano, véanse Irena Backus, Historical Method and Confessional Identity in the Era of the Reformation (1378–1615) (Leiden: Brill, 2003); y Asaph Ben-Tov, Lutheran Humanists and Greek Antiquity: Melanchthonian Scholarship between Universal History and Pedagogy (Leiden: Brill, 2009).61 Pade, ‘Thucydides’, 168–69.62 Pade, ‘Thucydides’, 144–63.63 Según información transmitida por Nicolás Antonio en su Bibliotheca Hispana Nova. Véase José Lasso de la Vega, ‘Traducciones españolas de las Vidas de Plutarco’, Estudios Clásicos, 35 (1962), 451–514 (p. 491).64 Véanse los datos bibliográficos proporcionados por Marcelino Menéndez Pelayo, Historia de los heterodoxos españoles ed. Enrique Sánchez Reyes, 2 vols (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1961), II, Protestantismo y sectas místicas. Regalismo y Enciclopedia. Heterodoxia en el siglo XIX, 972–73; y Lasso de la Vega, ‘Traducciones españolas’. Véase también José Luis Gonzalo Sánchez-Molero, ‘Lectura y bibliofilia en el príncipe don Carlos (1545–1568), o la alucinada búsqueda de la “sabiduría” ’, en La memoria de los libros: estudios sobre la historia del escrito y de la lectura en Europa y América, ed. Pedro Manuel Cátedra García, María Luisa López-Vidriero Abello & María Isabel de Páiz Hernández, 2 vols (Salamanca: IHLL, 2005), I, 705–34; y Jorge Bergua Cavero, Francisco de Enzinas: un humanista reformado en la Europa de Carlos V (Madrid: Trotta, 2006), para información más actualizada sobre este autor, cuyo epistolario ha sido editado por Ignacio García Pinilla, Francisco de Enzinas: epistolario (Genève: Librairie Droz, 1995).65 Es interesante destacar el hecho de que Francisco de Enzinas tuvo relación con el que acabó siendo el traductor de Tucídides al español y que existe la sospecha de que pudieron compartir traducciones de autores clásicos. Según Rafael Sánchez Domingo, ‘Francisco de Enzinas: entre la heterodoxia y la búsqueda de la Verdad’, Revista de la Inquisición. Intolerancia y Derechos Humanos, 11 (2005), 107–30 (p. 123): ‘Gracián y Enz

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