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El arte involuntario como construcción sintáctica Clément, Gilles (2024). Breve tratado del arte involuntario. Barcelona: Puente editores. 103 pp. ISBN: 978-84-127124-6-9

2024; Complutense University of Madrid; Volume: 36; Issue: 2 Linguagem: Espanhol

10.5209/aris.94494

1988-2408

José Joaquín Parra Bañón,

Social Sciences and Policies

de El tercer paisaje como de El jardín en movimiento.Es el compositor de títulos, denominaciones, eslóganes afortunados que cobijan ideas pertinentes que después son amplia y benévolamente acogidas por la teoría general y por la crítica especializada en filosofía, en botánica y en arquitectura.Puente editores, con el proverbial esmero que ya caracteriza su catálogo, publicó a inicios de 2024 su Traité succinct de l'art involontarie (2014): su Breve tratado del arte involuntario.Textos, dibujos y fotografías, que apenas alcanza a cuarenta páginas hisopadas con escrituras y a sesenta con imágenes.La legítima transformación de lo sucinto en brevedad no altera el significado onomástico de este compendio ejemplar, aun cuando no son estos términos exactamente sinónimos, pues lo relevante no es aquí la extensión, o si es un ensayo o un tratado, un breviario o un evangelio, o acaso un nuevo manifiesto, sino la sugerencia, el descubrimiento, la invención de un supuesto «arte involuntario» que, virginal, es desvelado y sacado a la luz exterior (profanado).Con toda probabilidad el arte involuntario, la expresión «arte involuntario», pasará a formar parte, a pesar de su escasa edad, de los índices y la terminología de las ciencias estéticas.Abrirá un capítulo autónomo de la taxonomía del arte de cuyo éxito nominal no se debe tener duda alguna.Ahora bien, la construcción sintáctica «arte involuntario» se alimenta de una contradicción: es un oxímoron, pues el concepto clásico de arte se fundamenta en la voluntariedad, en la intencionalidad que lo distingue (proponía Octavio Paz en Garabatos a partir de Duchamp) de, por ejemplo, la artesanía o la contingencia.Tras pontificar que: «Para aquellos que saben mirar, todo es arte», el «arte involuntario», según lo define