Ofensiva a los oídos piadosos: Obscenidad y censura en la poesía española y novohispana del siglo XVIII by Elena Deanda-Camacho (review)
2023; Washington University in St. Louis; Volume: 57; Issue: 3 Linguagem: Espanhol
10.1353/rvs.2023.a924220
ISSN2164-9308
Autores Tópico(s)Latin American history and culture
ResumoReviewed by: Ofensiva a los oídos piadosos: Obscenidad y censura en la poesía española y novohispana del siglo XVIII by Elena Deanda-Camacho Ana Hontanilla Deanda-Camacho, Elena. Ofensiva a los oídos piadosos: Obscenidad y censura en la poesía española y novohispana del siglo XVIII. Iberoamericana, 2022. 272 pp. Al estudiar textos pornográficos e inquisitoriales desde la perspectiva de género, el libro de Elena Deanda-Camacho arroja luz sobre la representación de la sexualidad, el poder homosocial, la misoginia y los procesos de construcción de las relaciones de género en el siglo XVIII a uno y otro lado del Atlántico. Su estudio abarca un corpus representativo de la poesía de contenido sexual de autores canónicos, así como obras menos conocidas. De la España Ibérica, Deanda-Camacho selecciona los textos de Nicolás y Leandro Fernández de Moratín, Félix María de Samaniego, Tomás de Iriarte y Juan Meléndez Valdés que fueron calificados de obscenos o, según la expresión de la época, de "ofensivos a los oídos piadosos" (13). El corpus en Nueva España incluye las canciones anónimas y populares que, compuestas por las castas y bailadas en fiestas semipúblicas llamadas fandangos, atrajeron la atención del inquisidor. A uno y otro lado del Atlántico, el discurso legal y eclesiástico produce denuncias sumarias, correspondencias, notas o censuras teológicas, dictámenes, edictos e índices de libros prohibidos que Deanda-Camacho incluye en su estudio. El capítulo 1 se centra en textos eclesiásticos que regulando los usos del lenguaje, definiendo la idea de lo obsceno e identificando a las personas obscenas legitimaron procesos de persecución inquisitoriales y de censura. Según Deanda-Camacho, los textos conforman una especie de poética eclesiástica hiperbólica, eufórica, metafórica, teatral y arbitraria que, articulando las coordenadas de mujer, sexualidad y cuerpo, delinearon el campo semántico de la obscenidad que ha perdurado y evolucionado a lo largo de la historia. El capítulo 2 explora la mirada masculina y falocéntrica en dos obras: la Carajicomedia (1519), cuya misoginia consume a la mujer, al reducirla y degradarla y al promover su explotación económica; y El Arte de putear (1775–77), la cual, aunque articula una poética subversiva, exhibe una política tradicional, ya que a la vez que usurpa y vilifica la agencia y el cuerpo femenino, también controla y prescribe la sexualidad masculina. El capítulo 3 enfatiza el objetivo didáctico que descentra la mirada metropolitana en las Décimas a las prostitutas de México de Juan Fernández (1782–85); mientras que en las Fábulas Futrosóficas atribuidas a Fernández de Moratín (1821–24), Deanda-Camacho explora sobre todo el legado misógino. Dos conceptos articulan las reflexiones sobre estas obras: pornología, el cual designa el discurso que concibe a la mujer y su sexualidad mercenaria [End Page 664] y toda aquella sexualidad no doméstica ni reproductiva; y "mapa inmundo, pornotopia o censo prostibulario" (118), por medio de los que se explica cómo el entorno urbano, permite nombrar lo inefable, y establecer las relaciones de poder entre los géneros. El capítulo 4 estudia la sexualidad clerical y cómo en España la posición o clase social del autor influyó en la definición de lo obsceno; mientras que en Nueva España influyó la raza. A un lado del Atlántico, el Jardín de Venus (1782) del ilustrado alavés Félix María de Samaniego y al otro, en Nueva España, los sones anónimos y performativos "Chuchumbé" y "Jarabe gatuno" (1766 y 1802), cantados y diseminados por las "gentes de color quebrado" (181), critican la doble moral de las políticas sexuales de la Iglesia. La falta de agenda política de estas obras le permite a Deanda-Camacho, sin embargo, hacer una lectura crítica que no solo muestra la normalización de la naturaleza sexual del eclesiástico, sino la apertura a nuevas formas de...
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