Ora et labora. La invención de la intimidad
2024; Complutense University of Madrid; Volume: 36; Issue: 3 Linguagem: Espanhol
10.5209/aris.95085
ISSN1988-2408
Autores Tópico(s)Social Sciences and Policies
ResumoSi Petrarca elaboró el concepto de Edad Oscura vinculado a la Edad Media, una Ilustración arrogante fue sedimentando en el imaginario colectivo la ausencia de una producción cultural activa en el amplio periodo medieval.A la vista de las sombras proyectadas por la luz del iluminismo, esta superposición de supersticiones con pretensiones de tabula rasa demanda una arqueología de las conductas humanas capaz de perforar las capas impuestas desde el siglo XVII.En este contexto, Ora et Labora se inscribe como una reflexión en torno a la intimidad vinculada al fenómeno del habitar desde el ámbito monástico.De hacer caso al refranero español, podríamos sostener sin ambages que el hábito no hace al monje, sin cuestionar la profunda esencia encerrada en la sentencia popular.Marcelo Cox desvela en este libro la importancia de la segmentación espacial, aparejada con la precisa segmentación horaria característica de la vida reglada, en la adquisición de una conciencia de la intimidad.Al igual que en el célebre libro de Perec, la habitación privada, la celda, se define como la célula básica para articular tanto el desarrollo del texto como las especies de espacios necesarias en la conquista de la esfera pública.A través de sus capítulos, el autor nos conduce por un sugerente recorrido de diferentes geometrías distributivas del monasterio medieval para traducir, mediante un ejercicio analógico, los síntomas hallados en su exploración hacia un conjunto de tipologías residenciales de la arquitectura moderna.Trazar una línea espacio-temporal capaz de conectar los ritos y los ritmos de la abadía de Sankt Gallen con la residencia Saishunkan Seiyaku de Kazuyo Sejima, se presenta como un recurso metodológico no exento de riesgo cuya hábil resolución refuerza la hipótesis inicial del libro.Marcelo Cox viene a demostrar, por lo tanto, que no es el hábito talar, sino el hábito condicionado por la habitación, quien hace al monje.En el hecho de concebir la celda individual del ecosistema cenobita como un dispositivo codificador de la conducta resuenan los ecos disciplinarios de Foucault y de Bentham, aprovechados en las páginas del libro para incorporar otro paralelismo con los esquemas residenciales contemporáneos donde el ámbito privado y el laboral se disuelven por imperativo productivista.Afortunadamente, las líneas analógicas dispuestas por el autor permiten transitar el camino de manera inversa e identificar además en dichos patrones actuales el dictado de esa auctorictas moderna que Hannah Arendt definió como "esfera social".
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